¡Mayores a bordo! Piragüismo en Dragón boat. viernes 25 octubre 2024
Una semana más, los chicos y chicas de ALUMA vuelven a su cita con el dragón, esa embarcación de ritmo poderoso y espíritu casi mítico que ya sienten como una extensión de su propio cuerpo. En la orilla, el grupo se prepara con la familiar mezcla de emoción y determinación. Cada remo se ajusta, cada cuerda se tensa, mientras una corriente de palabras rápidas y sonrisas cómplices los envuelve. Al lanzarse al agua, saben que dejarán de ser individuos para transformarse en una unidad de fuerza y coordinación, un lugar donde se pone a prueba no sólo la resistencia de cada uno, sino también la capacidad de apoyarse en el otro.
El dragón avanza y el silencio se asienta en el bote. Sólo el sonido del agua rota por los remos y el ritmo de las paladas, coordinadas como el latido de un solo corazón, llenan el espacio. Las primeras paladas son siempre las más duras; los músculos empiezan a arder, pero nadie baja el ritmo. Reman al unísono, sintiendo cada gota de sudor, cada esfuerzo del compañero junto a ellos. La fatiga se convierte en un desafío compartido, una barrera que se vence palada a palada, juntos.
Cuando finalmente alcanzan la orilla, el agotamiento se mezcla con una chispa de orgullo en sus ojos. El dragón descansa y los miembros de ALUMA se agrupan, aún con la adrenalina corriendo en sus venas. Llega el momento de dejar atrás la tensión: una mesa al sol, una cervecita fría en la mano y las primeras risas que, entre bocados y brindis, llenan el aire.
Ríen recordando algún despiste, alguna palada que se quedó corta o los gritos de ánimo en mitad del esfuerzo. Entre chistes y anécdotas, descubren que el vínculo va más allá de la sincronización en el agua; es la complicidad que se forja en el sacrificio, en la entrega sin reservas. El cansancio se convierte en una dulce recompensa y la cerveza en un premio compartido que acompaña historias de la faena y de sueños para futuras conquistas.
Para ellos, estas mañanas son más que una actividad deportiva; son la promesa de volver al dragón, de sentir la fuerza del equipo en cada palada y de repetir este ciclo de desafío, sudor y complicidad. Una semana más, ALUMA ha conquistado las aguas y se ha regalado una pequeña victoria que culmina en risas, conversación y un brindis por todo lo que han logrado juntos.
JRS
























